Ernesto Benitez
Ernesto Benítez, 1971, nace en El Canal del Cerro, una populosa urbe marginal en Ciudad de La Habana, Cuba. En 1986, con 15 años de edad Ernesto Benítez se presenta a los exámenes para comenzar el nivel medio-superior de su carrera en Artes Visuales e ingresa en la Academia de Bellas Artes San Alejandro, en la especialidad de Grabado. En 1990 se gradúa en la Academia San Alejandro. En 1995 ingresa en el Instituto Superior de Arte (ISA) en La Habana.
Durante el primer año Ernesto sufre un grave shock anafiláctico que pone en peligro su vida dejándole una profunda marca como individuo; algo que repercute directamente en su trabajo como artista. Las cicatrices y reminiscencias de esta traumática experiencia que lo colocan al borde de la muerte, constituirán los basamentos del consiguiente giro que desde entonces puede percibirse en su práctica artística –ya nunca más desligada de sus praxis vital y su vocación de reflexión antropológica-.
Desde entonces la propuesta artística de Ernesto Benítez explora diferentes derroteros ontológicos en torno a la existencia humana, apuntando constantemente a las trampas de la percepción, la fragilidad de la vida, las situaciones límite o la siempre latente presencia de la muerte. En su obra expone los diferentes ciclos de su experiencia vital como pequeños períodos de mutaciones (constantes muertes y renacimientos).
Su apego por la antropología y la filosófica lo llevan a estudiar la historia del pensamiento occidental, diseccionándolo según las fórmulas y los procesos alquímicos. Constantemente contrasta en sus obras elementos que extrae de la historia del pensamiento de este hemisferio (filosofía de la decadencia) para confrontar la falaz ubicuidad del sujeto contemporáneo en la cultura 2.0 y las parafernalias rituales de esta modernidad tardía vs prácticas orientales o sincrético caribeñas de discernimiento espiritual y otras tendencias del pensamiento no-occidental.